domingo, 28 de octubre de 2012

Sesión II

Pues lentamente con los vientos a favor nuestra nave va avanzando. Es cierto que en nuestra segunda etapa de viaje, notamos la falta de algunos tripulantes que no pudieron asistir el jueves pasado.
 Hicimos nuestro primer alto en el camino, atracando cerca del mar, para ver el atardecer junto a Manuel Machado, aunque, después de escucharle fue arrojado al mar por decisión popular.


 Después del debate surgido a raíz de la expulsión de Don Manuel Machado pasamos a hablar sobre qué era un poema, y que hacía bueno a un poema. Decidimos que el poema debía de "llegar" al lector y transmitirle sentimientos. Luego pensamos que un poema no tenía porque contar con expresiones o palabras poéticas. Miguel, nuestro almirante, nos introdujo a un nuevo poeta, desconocido para muchos Roger Wolfe que escribía con un lenguaje simple y fácilmente entendible. Leímos un poema suyo llamado "odio" gracias al cual descubrimos que otra característica de un buen poema es que trate de algo que nos haya pasado a todos, es decir , que no todo poema debe tratar sobre algo fantástico o increíble, ya que así es mas fácil que llegue al lector


ODIO de Roger Wolfe 

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el locutor deportivo
de la radio del vecino
esos domingos por la tarde.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el macaco de uniforme
que sentencia -arma
al cinto- que el semáforo
no estaba en ámbar, sino en rojo.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el cívico paleto
vestido de payaso
que te dice
que no se permiten perros
en el parque.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con la gente que choca contigo
por la calle
cuando vas cargado
con las bolsas de la compra
o un bidón de queroseno
para una estufa
que en cualquier caso
no funciona.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con los automovilistas
cuando pisas un paso de peatones
y aceleran.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con el neandertal en cuyas manos
alguien ha puesto
ese taladro de percusión.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
cuando le dejas un libro a alguien
y te lo devuelve en edición fascicular.

El odio es una edición crítica
de Góngora.

El odio son las campanas
de la iglesia
en mañanas de resaca.

El odio es la familia.
El odio es un cajero
que se niega a darte más billetes
por imposibilidad transitoria
de comunicación con la central.

El odio es una abogada
de oficio
aliándose con el representante
de la ley
a las ocho de la mañana
en una comisaría
mientras sufres un ataque
de hipotermia.

El odio es una úlcera
en un atasco.

El odio son las palomitas
en el cine.

El odio es un cenicero
atestado de cáscaras de pipa.

El odio es un teléfono.

El odio es preguntar por un teléfono
y que te digan que no hay.

El odio es una visita
no solicitada.

El odio es un flautista
aficionado.
El odio
en estado puro
es retroactivo
personal
e intransferible.

El odio es que un estúpido
no entienda
tu incomprensión,
tu estupidez.

El odio son las cosas
que te gustaría hacer
con este poema
si tu pluma
valiera
su pistola
.

 Es mas demostramos ,gracias a un ejercicio, que se podían crear nuevas expresiones poéticas usando adjetivos que no son usados normalmente bellos tales como peligroso, despistado, etc. Luego los juntamos con sentimientos que habían dado nuestra tripulación formando así nuestras expresiones, una de ellas, dada por Teresa fue muy aplaudida "existencia blandita" ya que, según la explicación de la propia autora todos tenemos la carne blandita.
Por último se eligieron tres grupos de sustantivos más adjetivos creados por la tripulación para que se escribiera, para la próxima sesión un poema que llevara como título uno de esos tres.
Fue una buena sesión, donde tuvimos momentos de risas y otros mas sentimentales. Nuestro viaje continúa...

domingo, 21 de octubre de 2012

Sesión I: «El Inicio»


«¿Qué es un relato?» 

Fue la primera cuestión lanzada a los hombres y mujeres de a bordo. «Es una sucesión de acontecimientos organizados en forma de historia. Es algo vivo. Es algo que transmite 'algo´...» Pero, una noticia de un periódico es también una historia. ¿Es eso un relato? «No, porque una noticia debe ser fiel a la realidad de unos hechos, mientras que un relato es ficticio, subjetivo», dijeron. Y ¿qué importancia tiene la longitud del relato? ¿Puede ser tan corto como una oración?

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Microrrelato El dinosaurio de Augusto Monterroso, 1956.

¿O tan largo como una novela de mil páginas? ¿Es lo mismo un cuento que un relato? ¿En qué se diferencian? ¿Con qué elementos debe contar un buen relato? ¿Cuál es su estructura?

En nuestra primera sesión de relato debatimos largamente sobre todas estas cuestiones. Utilizando ejemplos y contraejemplos, e interrogando el imaginario de los asistentes al más puro estilo socrático, logramos dilucidar, entre todos, los límites y características del género narrativo al que iba a ir dedicado el presente taller de escritura.

Así pues, todo esto nos llevó hasta la primera parada del taller, lo más básico, los cimientos del relato que es, efectivamente, su inicio.

Antes que nada, lo primero que necesitamos para ponernos a escribir un relato es la idea desencadenante del mismo, el germen, la dinamita de la creatividad literaria. Para ello, decidimos hacer una rápida lluvia de ideas de la que sacaríamos el marco para nuestro primer «relato piloto» o relato de experimentación, sobre el cual iremos trabajando a lo largo de diferentes sesiones. Gemma fue la elegida para escoger las palabras clave: brujas, inquisición y baile de máscaras.  


Una vez tenemos el tema sobre el que vamos a escribir, nos asalta inevitablemente: dónde comenzar el relato y cómo comenzarlo. 

¿Dónde comenzarlo? 

Hablamos sobre la importancia del inicio. El inicio de un relato debe enganchar al lector desde la primera línea. Asimismo, es importante encontrar el verdadero nudo inicial a partir del cual empezaría la historia que queremos contar. Es frecuente que empecemos a escribir y no lo encontremos hasta al cabo de varios párrafos u hojas. 

En esta parte de la sesión, se dejaron unos 10-15 minutos para que los talleritas aventuraran sobre papel un posible inicio para su relato individual a partir de las palabras claves. La tarde finalizó con la lectura de estos escritos y el consiguiente comentario por parte de los compañeros al grito de ¿burlas, quejas o tomatazos? Si bien esto podría sonar amenazador, nada tiene que ver con la realidad. Todos los intentos fueron válidos, todos tuvieron su parte buena y destacable, y todos su parte que mejorar. 

Belén nos ofreció un inicio con una acción intrigante (la de un clérigo corriendo por un corredor) y una descripción que insinúa realismo (a simple vista no se puede discernir si era del alto o del bajo); Rodrigo hizo converger todos los elementos muy rápidamente con un manejo barroco del vocabulario, pero con una introducción quizás demasiado clásica (una noche lúgubre y fría envolvía Venecia...) y sin haber encontrado el verdadero nudo inicial; Rocío nos sorprendió con un comienzo muy visual y concreto, para luego ampliar la descripción de súbito (de los ojos de las máscaras, al baile) y haciendo apelaciones al lector que parecen difíciles de mantener a lo largo de todo el relato. Raquel, por su parte, propuso un comienzo más propio de un cuento, revelando demasiado pronto todos los detalles, pero sabiendo encontrar un momento culmen, la pulpa del relato (el pinchazo de un dedo con una aguja). Gemma, sin haber llegado a desarrollar mucho su inicio, le dio un enfoque distinto hablando sobre colectivos (las mujeres de un poblado). Y... Miguel se marchó demasiado pronto, así que se quedó sin crítica (¡lástima!).


¿Cómo comenzarlo? 

Se podría decir que hay tantas clases de comienzos como relatos existen, pero sí que podemos abstraer algunos rasgos generales o comunes, tales como comenzar describiendo algo abstracto como un sentimiento o haciendo una sentencia. 

CONSIGNA: 


Para la semana que viene, se propone el ejercicio de rescribir el inicio de tu relato de tres formas diferentes a elegir entre las siguientes: hecho sorpresivo, circunvalación, referencia temporal al futuro, diálogo, retrozoom, flashforward, in media res, interlocutor o cita.


Balance


El pasado jueves fue el primer día que los navegantes leyeron su creación y no sólo nos limitamos a deshacernos en aplausos y alabanzas, sino que fuimos un paso más allá. Hacia el análisis, hacia la crítica constructiva, hacia el nacimiento de ese "lugar feliz", encuentro de otras personas iguales... o digamos que "tan locos como nosotros" que se pueden convertir en el apoyo que necesitamos para mejorar. Me encantó escuchar las impresiones de unos y de otros, así como me pareció que todo el mundo se llevó a casa algo en claro, algo positivo. Eso es lo que destacaría de la primera tarde de relato, y en esta línea espero que siga desarrollándose el taller.

Se despide, y con su adiós incluyendo una bienvenida,
Teresa.





jueves, 18 de octubre de 2012

Sesión 0 . 9 de Octubre de 2012.




Con diez cañones por banda    (somos once)
viento en popa a toda vela
no corta el mar sino vuela
nuestra Nave de los Locos.
 Así se llamará este proyecto que tiene todas las papeletas para convertirse en una locura, pero en una locura inteligente y emocionante.
Nuestro primer día ha sido prometedor, los tres coordinadores Sergio,Teresa y el que teclea esto, estamos razonablemente contentos. Habéis venido ocho escritores en potencia, ocho futuros poetas o cuentistas de la vida, ocho locos con ganas de perseguir el mundo a golpe de bolígrafo. Un número estupendo que podría a lo largo de los meses aumentar, pero que esperamos no decrezca. Gracias Rodrigo, Javiera, Belén, Gemma, Rocío, Miguel Ángel,  Raquel y  Ashima. Gracias por enrolaros.

Esta es la primera crónica, y espera que a ella le sigan unas cuantas. Nace esta idea de la crónica con el ánimo de dejar reflejado en este blog, parte de lo que suceda en nuestras tardes de taller. Cada uno de vosotros tendrá que ir pasando por este blogoespacio para dejar sus impresiones, sus visiones y todo aquello que le apetezca plantar aquí, de lo que sucede allí.

Nada más llegar os hemos enviado a buscar un poema por algún rincón del colegio y de vuestra cabeza. Y la verdad es que el resultado ha sobrepasado con mucho lo que nos esperábamos. Hay buenas manos en este grupo, creo yo. Después de la lectura de cada uno yo pensaba, joder qué bien, y me iba subiendo la moral y la ilusión. Creo que me esperaba que entendierais la poesía de un modo más cursílineo, más en plan la rosa deshojada de mi corazón, y qué va¡¡¡
Lo cierto es que creo que podemos hacer poemas y relatos  muy interesantes, además de pasárnoslo bien, que ambas cosas tienen mucho que ver.

Después de leer vuestros poemas, os preguntamos por qué estabais allí, qué os gustaba de escribir, etc. Luego bajamos a cuestiones más pedestres, os explicamos como iba a funcionar el taller, la organización, y por último vino la amplia discusión sobre el horario más conveniente para todos.  Parece que ha ganado el jueves..

Decía Nietzsche que en el amor siempre hay algo de locura y en la locura siempre hay algo de razón. Así que podemos estar locos y ser razonables al mismo tiempo. Hace falta algo de organización, un grupo de locos bien organizado puede conquistar el mundo, así que tiempo al tiempo. Escuchar a los demás con respeto, razonar nuestros puntos de vista, no gritar demasiado alto para que no sospechen de nosotros, etc. Cosas que ya sabéis.

Y bueno, no me enrollo más, que no hace falta que estas crónicas sean mastodónticas. Sólo quiero decir que espero mucho de esta Nave, ya iremos viendo el rumbo que tomamos, pero mi ilusión al crear este grupo ya ha empezado a cumplirse, y es que creo que voy a aprender un montón de cosas de, con, y gracias a vosotros.
¡Buen Viaje¡

Miguel


Dejo un enlace por si queréis saber de donde viene nuestro nombre: http://www.generacion.net/la-nave-de-los-locos